jueves, 17 de noviembre de 2011

Exposición fotográfica/ De Japón en Chile: Yo, Lolita - Texto curatorial

Por: Angélica Guzmán
Ser Lolita no tiene que ver con parecerlo, sino con serlo. Esa es la mejor forma de definir las fotografías de esta exposición. Adentrarse en ese mundo de encajes, vestidos pomposos y zapatos de muñeca, para que el lente de la cámara sea testigo privilegiado y silencioso del mundo privado de las “lolitas” chilenas.

En esa búsqueda de recuperar la infancia, de teñir el mundo con dulzura y delicadeza, no sólo hay ropa comprada en una tienda. Más bien se trata de lo contrario: hay mucho de dedicación exclusiva, proyectos personales y construcción de una imagen propia. 

Ese viaje que va desde una máquina de coser, un vestido guardado en el closet o un adorno para el pelo en una cajita, hasta ser usado como parte de un atuendo completo, es retratado paso a paso por la cámara de Margarita Mosquera. La idea es no sólo mostrar detalles lindos o vestidos rutilantes, sino documentar un proceso que da cuenta de la femineidad, la belleza y los rasgos personales de cada mujer.

Esta muestra, además, es un relato casi autobiográfico. Como en todo proyecto fotográfico, el interés de quien está detrás del lente siempre está asociado a intereses personales. Sin embargo, acá la artista revisa su propio camino y ser Lolita, y desde esa perspectiva es que retrata realidades similares, revelando detalles que probablemente quedarían ocultos al ojo de cualquier no iniciado en el tema.

La invitación es, entonces, a entrar en mundos interiores tremendamente mágicos, que visten de dulzura y rosado su entorno, pero que no son meras fantasías, sino que forman parte de vidas y personas reales.